Desde Ecuador
Señores
La Opinión:
Con indignación he recibido la noticia de que la crítica literaria se constituye en delito tipificado, de que las ideas se contestan con demandas, de que un amigo claro y crítico transparente y abierto es citado en los tribunales, por quien tiene la capacidad –que por cierto muy pocos en este país tienen- de acceder, a través de la demanda, a la efectividad de la “justicia”... para defenderse de una crítica literaria!.
Con toda seguridad, no prosperan en Colombia tantas demandas por el delito de estafa, que sin embargo pulula, ni se hacen efectivas tantas tutelas a favor de quienes ya han sido vulnerados en los derechos fundamentales, y mucho menos prosperarán las acciones de los millones de desplazados para obtener una reparación verdadera o acceder cuando menos a la verdad, como prosperan esta suerte de exabruptos “legales” en los que se centra el quehacer de la llamada “justicia”.
Vergüenza debería dar el solo hecho de ocupar a los jueces en semejante tarea en el país de la injusticia, qué no decir de contestar de esta manera tan siniestra un ejercicio público y reconocido como la crítica.
Habrase visto!!! Perdón… Se ha visto siempre! Que las ideas sean combatidas con sentencias o con balas. Lo imperdonable es que continúe ocurriendo y que el escenario sea precisamente el ámbito de la literatura –nada más sujeto a crítica y, que de hecho, existe en buena medida gracias al ejercicio de la crítica-, el escenario de la comunicación, de los medios de comunicación, es decir, el escenario más formalmente dispuesto a defender la libertad de opinión y cuando menos, la libertad de prensa.
Esta es la segunda vez que me dirijo a ustedes sobre el tema de la demanda a Renson Said por parte de Pablo Chacón Medina, y lo hago, por supuesto, para apoyar a Renson, a la libertad de opinión, a la posibilidad de ejercer con libertad la crítica literaria y la crítica en general, a la posibilidad de generar un debate, en fin a la posibilidad de que al menos la libertad se exprese, ya que no se materializa en esta sociedad.
Fraternalmente,
Thania López
Cucuteña y Socióloga
CC. 60. 347. 314 de Cúcuta
Señores
La Opinión:
Con indignación he recibido la noticia de que la crítica literaria se constituye en delito tipificado, de que las ideas se contestan con demandas, de que un amigo claro y crítico transparente y abierto es citado en los tribunales, por quien tiene la capacidad –que por cierto muy pocos en este país tienen- de acceder, a través de la demanda, a la efectividad de la “justicia”... para defenderse de una crítica literaria!.
Con toda seguridad, no prosperan en Colombia tantas demandas por el delito de estafa, que sin embargo pulula, ni se hacen efectivas tantas tutelas a favor de quienes ya han sido vulnerados en los derechos fundamentales, y mucho menos prosperarán las acciones de los millones de desplazados para obtener una reparación verdadera o acceder cuando menos a la verdad, como prosperan esta suerte de exabruptos “legales” en los que se centra el quehacer de la llamada “justicia”.
Vergüenza debería dar el solo hecho de ocupar a los jueces en semejante tarea en el país de la injusticia, qué no decir de contestar de esta manera tan siniestra un ejercicio público y reconocido como la crítica.
Habrase visto!!! Perdón… Se ha visto siempre! Que las ideas sean combatidas con sentencias o con balas. Lo imperdonable es que continúe ocurriendo y que el escenario sea precisamente el ámbito de la literatura –nada más sujeto a crítica y, que de hecho, existe en buena medida gracias al ejercicio de la crítica-, el escenario de la comunicación, de los medios de comunicación, es decir, el escenario más formalmente dispuesto a defender la libertad de opinión y cuando menos, la libertad de prensa.
Esta es la segunda vez que me dirijo a ustedes sobre el tema de la demanda a Renson Said por parte de Pablo Chacón Medina, y lo hago, por supuesto, para apoyar a Renson, a la libertad de opinión, a la posibilidad de ejercer con libertad la crítica literaria y la crítica en general, a la posibilidad de generar un debate, en fin a la posibilidad de que al menos la libertad se exprese, ya que no se materializa en esta sociedad.
Fraternalmente,
Thania López
Cucuteña y Socióloga
CC. 60. 347. 314 de Cúcuta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario