Del autor

En el año 2003 escribí una columna en el diario La Opinión de Cúcuta criticando severamente la poesía del abogado Pablo Chacón Medina. La respuesta del abogado a mi columna fue una demanda penal por injuria y calumnia en un proceso amañado en el que Pablo Chacón pide una indemnización de 500 millones de pesos y cárcel para el columnista. Además exige que me retracte de mis opiniones académicas sobre su producción literaria. Cosa que no voy hacer. El caso ya cumple cuatro años. Dentro de poco, la juez que lleva el proceso citará a las partes implicadas a una audiencia pública. Allí se hará una valoración del proceso y se dictará sentencia. Para que el lector se forme su propia opinión sobre el caso, este blog brindará toda la información.


Desde Bogotá (Nuevo)

De Thania Jhovanna Avila A.

C.C. 52'225.770 de Bogotá

Docente



Es inaudito, injusto y repudiable, el hecho de que Pablo Chacón Medina responda con una demanda a la crítica literaria que le hace a su obra, Renson Said. Cualquier escritor debería ser consciente que al publicar una obra está expuesto a recibir criticas, las cuales pueden ser aduladoras o devastadoras, sin embargo, la critica no determina el éxito o el fracaso de una obra, eso lo determina la obra en sí. Interponer una demanda ante una crítica literaria es un acto cobarde que demuestra que el propio Chacón Medina duda de su talento como escritor de poesía.



En cuanto a Renson Said, no cabe duda, que es un periodista honesto, valiente, de convicciones claras y un gran experto en el campo literario; sus columnas se destacan por presentar reflexiones y denuncias enérgicas que conllevan al rescate de la sensibilidad social, política y cultural de un pueblo abatido, entre otras cosas por la violencia, la corrupción y la impunidad. Es evidente que dicha demanda además de ser un atropello en contra Renson y sus columnas, es un atropello en contra cualquier colombiano que reclama una opinión independiente de su realidad a través de un medio de comunicación y que sueña con un país donde las opiniones de los demás se respeten sin importar las diferencias ideológicas.



Invito a defender a Renson y sus columnas, porque no es solo abogar por un periodista que bien se lo merece, es abogar por el derecho a la información y la libertad de expresión en un país que tanto lo necesita, porque en la medida de que seamos verdaderamente conscientes de nuestra realidad dejaremos de ser indiferentes ante ella.

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