Del autor

En el año 2003 escribí una columna en el diario La Opinión de Cúcuta criticando severamente la poesía del abogado Pablo Chacón Medina. La respuesta del abogado a mi columna fue una demanda penal por injuria y calumnia en un proceso amañado en el que Pablo Chacón pide una indemnización de 500 millones de pesos y cárcel para el columnista. Además exige que me retracte de mis opiniones académicas sobre su producción literaria. Cosa que no voy hacer. El caso ya cumple cuatro años. Dentro de poco, la juez que lleva el proceso citará a las partes implicadas a una audiencia pública. Allí se hará una valoración del proceso y se dictará sentencia. Para que el lector se forme su propia opinión sobre el caso, este blog brindará toda la información.


Historia de una denuncia

Vía Libre

Renson Said
(Publicada en el diario La Opinión de Cúcuta, Norte de Santander)

Con motivo de un artículo mío publicado en este periódico en marzo de 2003, el doctor Pablo Chacón Medina me denunció penalmente por injuria y calumnia. Además, exige una indemnización por 500 millones de pesos. Mi artículo decía de manera escueta que Chacón Medina no sabe escribir. Tampoco sabe pensar. Y que además su poesía me parece mediocre. También he dicho lo mismo sobre otros escritores de Colombia y América: William Ospina, por ejemplo. Un día señalé a Octavio Paz como falsificador de la cultura por tomar ideas prestadas de Alfonso Reyes y hacerlas pasar como propias en su libro El arco y la lira. Y que yo sepa, ni William Ospina ni Octavio Paz, me ha citado en un juzgado.

Digo todas estas cosas porque estudio el tema, porque me lo dicta mi formación académica, porque me lo dice mi sensibilidad como lector de literatura y porque además no trago entero. Siempre he creído que es difícil hacer crítica literaria en Colombia o crítica de cualquier cosa (crítica a la sociedad, a los partidos políticos, crítica a los valores establecidos), porque como en casi en todo el mundo hispánico, la crítica (y en este caso la crítica literaria) bibliográfica, es en gran parte, apología de clanes.

En mis columnas he criticado prácticamente todo eso: la política, la religión, la economía, el periodismo, la literatura y doscientas cosas más. Las respuestas han sido siempre las mismas: insultos por Internet, amenazas de muerte y atentados verbales. Un día un grupo armado llegó hasta mi casa para sugerirme que no escribiera las cosas que escribo porque podrían “mandarme a callar”. Pues no me callo, simplemente, porque me asiste esa ética de la convicción intelectual que Max Weber distinguía de la ética de la responsabilidad, propia más bien (cuando la tienen) de los políticos.

Y no me callo además porque una columna merece una refutación y no la construcción de todo un aparato jurídico para silenciar a quienes piensan distinto a usted, doctor Chacón. “La verdadera refutación –decía Hegel- debe atender y entrar en la fuerza del contrincante y situarse en al ámbito de su fortaleza. Atacarlo fuera de él y mantener la razón donde él no está, no fomenta el debate”. Llevar a un plano judicial lo que debe atenderse en el ámbito académico es una desproporción que no fomenta el debate porque no está a la altura de la discusión inteligente.

En Colombia, la crítica se entiende como un ataque personal con las armas de la envidia. Como un insulto contra la integridad de la persona. Como un atentado contra su honra. No se atiende al contrincante en el plano de la inteligencia: allí las cosas son más difíciles.

Por eso lamento que un señor como Pablo Chacón Medina, con su edad y trayectoria, me haya mal interpretado. Jamás lo ofendí en el plano personal: ese no es mi estilo. Y si así lo entendió expreso mis excusas. Y le regalo, o mejor, le dedico este párrafo que tomé de una columna suya titulada “Comentarios a una inadmisible intolerancia”, en el que criticaba al presidente Uribe y decía que el Primer Mandatario “demuestra no solo su carácter pendenciero, sino su falta de respeto, ostensiblemente notorio, contra la crítica democrática, que debe ser aceptada y tolerada, así no se esté de acuerdo con ella”. Y más adelante: “mañana ordenará encarcelar, con piquete policial, a quien se atreva a disentirlo”. Me alegra que por una vez estemos de acuerdo.

No hay comentarios.: