En 1984 la revista Pluma dirigida por Jorge Valencia Jaramillo publicó estos tres sonetos de García Márquez. Son poemas de una clara influencia piedracielista, escritos en el fervor juvenil de sus años de aprendizaje literario. Esta es una prueba más de que García Márquez es esencialmente un poeta.
LA ESPIGA
Hermana de la luz, presagio inerte
de otra vida mejor que la de ahora;
estación donde el hombre se demora
para olvidar su cita con la muerte.
Novia de mi canción, la espiga ignora
que su debilidad es la más fuerte
y que solo el amor tiene la suerte
de inclinarla en el hombro de la aurora.
Camino de la sed, ruta del viento,
la busco en mi canción y la presiento
en el extremo de su sombra fina.
Pero es vano tratar de retenerla
y solo un verso puede sorprenderla
en la primera infancia de la harina.
LA ESPIGA
Hermana de la luz, presagio inerte
de otra vida mejor que la de ahora;
estación donde el hombre se demora
para olvidar su cita con la muerte.
Novia de mi canción, la espiga ignora
que su debilidad es la más fuerte
y que solo el amor tiene la suerte
de inclinarla en el hombro de la aurora.
Camino de la sed, ruta del viento,
la busco en mi canción y la presiento
en el extremo de su sombra fina.
Pero es vano tratar de retenerla
y solo un verso puede sorprenderla
en la primera infancia de la harina.
SONETO MATINAL A UNA COLEGIADA INGRÁVIDA
Al pasar me saluda y tras el viento
que dá al aliento de su voz temprana
en la cuadrada luz de una ventana
se empaña, no el cristal sino el aliento.
Es tempranera como una campana
cabe en lo inverosímil como un cuento
y cuando corta el hilo del momento
vierte su sangre blanca la mañana
Si se viste de azul y va a la escuela
no se distingue si camina o vuela,
porque es como la brisa tan liviana
Que en la mañana azul no se precisa
cuál de las tres que pasan es la brisa,
cuál es la niña y cuál es la mañana.
SIN TÍTULO
Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua temblorosa
el surtidor florece su alegría.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te queda tiempo para ser hermosa;
si aún existe la arteria de la rosa
para tomarle el pulso a la poesía.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
Sonora de palomas y campanas
Y aún crees en el dolor de la alegría;
si aún la vida es verdad y el beso existe
si alguien llama a tu puerta y estás triste
abre que es el amor, amiga mía.
6 comentarios:
Disciplina del soneto y metáfora viviente que hace efectiva su labor de amenizar llamando la atención de su lector
En 1984 un medico cartagenero que vivía en Armenia recitó en el despacho del Gobernador, ante Ramiro de la Espriella, estos versos de Gabo que fueron grabados por el periodista Alpher Rojas en aquella ocasión y luego confirmados por el autor en la revista Diners que dirigía Germán Santamaria. Saludos, Jaime Lopera
Asmr
Qué belleza. Gracias por publicarlo. Un saludo desde El Salvador.
Eso prueba una vez más que los grandes novelistas han salido del verso.
Oswaldo Pérez Suárez: los grandes talentos literarios nacen de la poesía.
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